jueves, 5 de diciembre de 2013

Review 4ta Temporada "The Walking Dead". ¡Febrero llega ya!


Lo tengo que confesar. El último capítulo de la tercera temporada de “The Walking Dead” no me gustó tanto. El final con el camión lleno de gente que Rick y compañía salvan de Woodbury llegando a la prisión para cerrar la temporada no fue muy de mi agrado. No tiene emoción, no tiene acción, no tiene adrenalina, no tiene nada pensé en ese momento. Ahora que veo el último episodio antes del parón que siempre hacen a finales de año entiendo todo el rollo y me retracto de todo lo que dije antes. El capítulo ocho de la cuarta temporada simplemente fue brillante, perfecto, sublime, hermoso. Después de tres temporadas y media por fin los escritores se apegan más al cómic. Hablemos un poco de esta primera parte de la cuarta temporada de esta famosa serie.  

La cuarta temporada va desarrollándose bien desde el primer capítulo cuando la enfermedad llega inesperadamente. De ahí y hasta el capítulo cinco todo gira alrededor de la prisión donde Rick y los demás luchan por sobrevivir ante la epidemia que enfrentan algunos miembros del equipo. Hay muertes, salidas por provisiones interceptadas por caminantes, la expulsión de un personaje importante que seguramente veremos más adelante y muchas cosas más durante estos capítulos. Durante los episodios seis y siete las miradas se centran en el personaje más temido de la serie (hasta ahora). Regresa de entre las cenizas el Gobernador. Se muestra al parecer cambiado por la vida pero vaya que no es así. Es el mismo sádico y manipulador que para variar mata al líder (el cual era Martínez, su mano derecha en Woodbury) de un grupo con el que se encuentra en la carretera, mata al pobre hombre que seguía al mando el cual sólo quería hacer las cosas bien, manipula a la gente como sólo él sabe hacerlo y los lleva a una guerra sin cuartel en contra de Rick y la gente de la prisión. Ahí, ahí, ahí es donde viene lo bueno.

El episodio ocho se llevó las palmas. Por fin vimos al Gobernador y Rick frente a frente. Tomando a Michonne y Hershel de prisioneros, el Gobernador le da unas horas a Rick para deshabitar la prisión para que ellos puedan quedarse. Rick en un intento bastante inútil trata de hacer entender a su viejo amigo que hay gente enferma que necesita cuidados y que no puede dejar la prisión. El Gobernador insiste, Rick se niega, el Gobernador pierde la paciencia así que toma la espada de Michonne, se acerca a Hershel, lo toma de la cabeza y cuando levanta la espada para matarlo… Rick interrumpe y da el discurso de su vida. Le hace saber a la gente que ellos pueden quedarse y vivir en la prisión. Por un momento pensamos que Rick persuadió a todos pero no es así. El Gobernador le corta el cuello a Hershel (en el cómic al que mata es a Tyrese), Rick grita y comienza la guerra. Un tanque derriba las mallas (como en el cómic) y los disparos atraen a cientos de caminantes. Rick y el Gobernador se encuentran y tras una batalla a mano limpia la cual ganaba el Gobernador, Michonne le traspasa el pecho con su espada dejándolo a merced de los caminantes. Sin embargo una mujer con la cual el Gobernador mantenía una relación termina con su vida disparándole en la cabeza (como en el cómic) dándole así un final merecido a nuestro personaje no favorito. Un camión logra escapar con algunos enfermos de la prisión. Judith, la pequeña hija de Rick al parecer no sobrevive (en el cómic muere así que es probable que sí haya muerto) Rick escapa con Carl y ahí nos dejarán hasta el 9 de febrero que regresé la serie.

Evidentemente la prisión se destruyó, el Gobernador por fin murió, el grupo de Rick volverá a las calles infestadas de caminantes y al fin la historia seguirá desarrollándose. Si eres fan del cómic sabrás que lo que viene ahora será mucho más intenso, con más caminantes, con aliados importantes para el grupo de Rick y con un enemigo que hará parecer al Gobernador un ángel. Así que, febrero llega pronto que ya queremos seguir viendo a los caminantes hacer de las suyas.

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